martes, 28 de abril de 2009

Un año después...

Un año, 365 días, miedos superados, incertidumbres aclaradas, kilos perdidos, una nueva vida...Son muchas la vivencias obtenidas y las preguntas que he tenido que reponder a muchos una y otra vez...Qué te pasó?....Qué te hiciste?...Pero, te sientes bien?...Y como haces?... Y hasta cuando vas a seguir bajando?... Te mareas?... y asi un largo etc.

El miedo, afortunadamente ya superado, de los primeros días del post-operatorio en los cuales una tacita de agua con un polvo proteinico de sabores inexplicables era toda tu ingesta en una comida. El desgano de los meses siguientes a la hora de comer, las nauseas ocacionales al solo pensar en comida, algún que otro episodio de una sensación de llenura indescriptible y que sólo conocemos aquellos a los que les ha sido revertido y modificado su sistema digestivo... Son gracias a Dios males menores en función de los beneficios obtenidos en este periplo.

Ahora ya es posible atarse los zapatos sin que ello represente una tarea hercúlea al tiempo de saber que una habitación con un aire acondicionado a 16º es lo bastante fría para una persona normal pero no para una "morsa".

Caminar una, dos, tres....diez cuadras sin desfallecer de cansancio, poder sentarse y caber en una silla cualquiera sin el miedo de que esta se haga añicos en cualquier momento, que el cinturón de seguridad de un asiento de avión sea lo suficientemente grande para ajustarlo a tu cintura.

Ver una camisa y no tener que bajar la mirada y seguir de largo a sabiendas de la imposibilidad de que existiera en una talla mas parecida a una carpa que a una prenda de vestir. Pero sobre todo sentirse bien, ya no más días de somnolencia y falta de energía a causa de la apnea, ya no mas dolores en mis castigados tobillos y pies.

Quiero agradecer a Dios en primer lugar por haberme puesto en el camino que finalmente tomé y por permitirme sortear los momentos dificiles.

A mi querida esposa, a su soporte en todo momento, a sus cuidados y apoyo en los momentos de flaqueza.

A mis hijos y a su fuerza motivadora. A mi madre que fue determinante en la toma de esta decisión que cambio mi vida para siempre.

Al Dr. José Romano mi cirujano en cuyas manos se inicio este cambio y la Lic. Jannine Adnijar mi nutricionista y guia durante todo el proceso.

A todos aquellos que de una manera u otra me apoyaron antes, durante y después...ellos saben quienes son y del afecto que les profeso.

A los lectores de esta humilde bitácora y a sus comentarios alentadores...muchos de ellos mas que nadie saben que se siente.

Gracias.....muchisimas gracias de corazón!!! por permitirme celebrar este primer cumpleaños de mi nueva vida.